lunes, 20 de abril de 2009

Imantando al reaper

Buenas, llevo ya unos dias con ganas de meterme en vereda con este monstrenco. El bicho es grande, tamaño dreadnought, y todo metal. Dado que los brazos son muy finitos en unos puntos, he decidido imantarlos. Por un lado, porque es una figura facil para ello (tiene huecos en el torso y los brazos, y es mi primer experimento de este estilo), y segundo, para facilitar su transporte en caso de que lo quiera llevar de un lado a otro.

primero, he pegado 2 imanes de neodimio en uno de los huecos del torso. Luego he pegado otros dos en el otro lado, el magnetismo ayuda además a que tengan fuerza entre ellos. Obviamente, hay que evitar que los polos sean iguales (de todas formas... costaría horrores pegarlos con los polos iguales):



luego hacemos lo propio con los brazos, aqui os muestro como quedó uno de ellos:

por ultimo, aqui teneis una foto de como el iman aguanta el peso:

Continuamos. Lo siguiente es proteger los imanes de la oxidación. Al parecer, estos imanes al oxidarse se deshacen, asi que hay que sellarlos. Eso lo he hecho con masilla. Además, he aprobechado para dar un poco de forma a la masilla y asi, hacer que más adelante, el brazo no "rote":

bueno, ahora toca repetir el mismo proceso en el otro brazo, pero eso lo haré cuando ya esté seco el primero ^_^.

lunes, 6 de abril de 2009

Esdras Veiluiah

Bueno, este fin de semana pasado jugué mi primer torneo de 40k en mucho tiempo. Al torneo fui con una lista bastante... mediocre, pero era lo que tenía más pintado, y me hacía ilusión presentarme con un ejercito "completo", sin proxies, con todo representado. El resultado, un penúltimo puesto... pero cuando no consigues herir ni salvar tus heridas, hasta la mejor estratégia en la mejor de las ventajas falla. Os pondría el informe del evento... pero de poco serviría, pues entre mis fallos y mi mala suerte... pues no me apetece describir tres derrotas de ese estilo.

Bueno, al grano, aqui os dejo el trasfondo que presenté, pronto completaré con el trasfondo del resto de mi capitulo.

Esdras Veiluiah


El origen de los Cazadores de Medianoche está envuelto en secretos y controversia. Los documentos más antiguos que tiene el imperio sobre ellos, datan del milenio 38, y ya se les trata como un capítulo formado. Aunque hay rumores de que es normal que no haya nada anterior, pues se cree que cambiaron de nombre en algún momento en ese milenio.

Al parecer, el documento más antiguo al respecto, lo guarda la inquisición. Durante una purga en Danestris VII, un inquisidor del Ordo Xenos pidió la ayuda al capítulo para dar caza a unos alienígenas que habían realizado una masacre en la capital del planeta. El documento no profundiza en que pasó, tan solo que la persecución duró más de ochenta años, y que al regreso del inquisidor, presentó a uno de los marines como su aprendiz, el cual se llamaba Baraquiel, y era un prometedor psíquico. Ingresó en las filas de la DeathWatch y allí alcanzó el rango de capitán y posteriormente el de inquisidor.

Cuando volvió al capitulo, Luzberuel le encargó varias misiones, las cuales llevó a cabo con éxito utilizando tácticas de combate algo distintas a las que estaban acostumbrados. Con el tiempo, y viendo el buen trabajo del marine-inquisidor, decidió crear una compañía que seguiría los pasos de Baraquiel, la cual sería la número once del capítulo.

Gracias además al gran papel realizado por Baraquiel en el Ordo Xenos, el capítulo empezó a ser algo más reclamado por la inquisición, de forma que no es raro ver algun inquisidor entre las filas del capitulo, o incluso a las monjas sororitas o a la orden del martillo. Pero esto solo ocurre si hay algún miembro de la onceava compañía presente.



Actualmente, el señor del capitulo es Esdras Veluiah, recientemente ascendido tras la prematura muerte de su predecesor. Sin embargo su ascenso se ha producido en mitad de una cacería, y hasta que no la acabe no puede volver a su planeta natal Signea.

En la actual cacería, habían participado fuerzas de la tercera y onceava compañía, más un pequeño destacamento de la orden del martillo, los cuales habían sido requeridos pues entre las filas enemigas se hallaban demonios. Estaban dando caza a un grupo de los impuros alienígenas del mundo astronave Haer’ Den, los cuales habían invocado a una peligrosa criatura que parecía ser el avatar de un dios pagano. Tras la cacería habían sido muy mermados, dejando a penas una treintena de hombres. Pero el enemigo había recibido un golpe mayor y tan solo quedaba dar caza a su líder y su reducida escolta de no más de una docena de eldars.